El Cristo DELOROBADO quiere y debe ser DESAGRAVIADO
No puede seguir asociado y encubriendo la corrupción mejor articulada por empresas transnacionales a las instituciones del Estado. La cólera de los pueblos crece con cada informe que llega del extranjero. Y crece aún más con la apatía, torpeza y pusilanimidad cómplice de las autoridades nacionales. En el Congreso han constituido una comisión, ridículo remedo del proceso que en Brasil ya encarcela ministros y magnates empresarios ¿Qué nos pasa?
Salvo excepciones, en el Perú gobernantes y funcionarios estatales tienen imaginario y entraña vacíos de un ideal ético, o mito político de alegre y laboriosa convivencia humana y con los demás seres. El neoliberalismo terminó de instalar en su imaginario la convicción de que felicidad y riqueza humanas son cantidades inmensas de bienes y servicios en propiedad privada. La cantidad y calidad de vínculos de amistad que tengas queda subordinado. Tienen vacía el alma de mitos e ideales de buen vivir comunitario, pero la tienen llena de facturas y recibos a pagar a fin de mes. Por eso, aceptan compartir con las empresas el dinero público. Se dicen cristianos, pero olvidan al Cristo que expulsa mercaderes y convierte el agua en vino para que el pueblo celebre la vida. Doble moral que levanta estatuas con lo robado y así calman su conciencia y el escrúpulo de algún prelado.
Llegado Cristo con la religión colonizadora nuestros pueblos se identificaron con su dolor y lo incorporaron y emparentaron con su universo. En la larga y dura agonía anticolonial modificaron significados de acuerdo a su matriz civilizatoria. Como hablamos desde este boletín pongo por ejemplo el de los espíritus traviesos andinos que resistieron a ser identificados con el diablo esencia del mal en las religiones colonizadoras. Arguedas lo reivindicó para él mismo. Hoy, vírgenes y cristos salen en procesión acompañados de supays y saqras bailarines que ofrecen sus tiernas travesuras como alivio al dolor. Esa alegre travesura se expresará en las coplas carnavalescas que estos días denunciarán las fechorías de los que se esconden detrás del Cristo Delorobado. Quieren a Cristo Desagraviado.
Y con igual convicción con que defendemos el patrimonio milenario que sigue siendo extirpado, apoyamos los rituales de desagravio al Cristo andino. Nos identificamos por eso con los colectivos culturales, sociales y políticos que buscan reinstalar en nuestra alma el sueño político o mito socialista de convivencia laboriosa, gozosa y solidaria. Solo así tendremos criterios éticos para distinguir lo bueno de lo malo para la vida.
Los primeros pasos se vienen dando. En la azotea de la Biblioteca Nacional de Lima de la avenida Abancay, su último director, Ramón Mujica, y la escultora Cristina Planas instalaron hace unos meses la escultura del Gallinazo limpiador, ave de Lima, acompañado de su hermano San Francisco de Asis que apunta el dedo acusador a la Fiscalía de la Nación. Ave y santo hermano de plantas y animales, buenos compañeros de los peregrinos que vayan limpiar al Cristo Delorobado y quede un Cristo Desagraviado.
Publicado en Demonio Feliz Nro 2 / Lima, febrero de carnavales del año 2017
